Pepe Blanco: el artista que resucitó en El Madrileño

Pepe Blanco: el artista que resucitó en El Madrileño

El fantasma en “Cuando olvidaré”

La canción “Cuando olvidaré” no es un dueto al uso. No hay un artista invitado en el estudio. Lo que escuchamos es la voz de Pepe Blanco, tomada de una grabación antigua y convertida en sample. Tangana la recontextualiza, como si hubiese levantado un puente invisible entre el Madrid de posguerra y el Madrid contemporáneo.

El resultado es sobrecogedor: un diálogo imposible entre dos épocas, donde el lamento de Blanco encuentra un nuevo eco en la melancolía de Tangana. La pregunta “¿cuándo olvidaré?” se convierte en eterna, porque ni el paso del tiempo ni la muerte han podido acallarla.

Un recurso común en el álbum

Este gesto no es aislado. El Madrileño está lleno de colaboraciones improbables, de rumbas y boleros traídos al presente, de artistas vivos y muertos que conversan a través de la producción. Pero en este tema, el recurso adquiere un peso especial: no es solo un homenaje, sino una resurrección artística.

¿Por qué funciona?

Porque toca un nervio colectivo. Todos cargamos con fantasmas, recuerdos que regresan sin ser invitados. Tangana convierte esa sensación en música, y lo hace literalmente trayendo de vuelta la voz de un fantasma real: Pepe Blanco.

El eco de la nostalgia

Así, “Cuando olvidaré” se convierte en más que una canción de desamor. Es un símbolo del proyecto completo de El Madrileño: hacer de la nostalgia un lugar donde encontrarnos, tender la mano a quienes cantaron antes para darle un nuevo sentido a su arte.